Lee en voz alta a tus hijos, no importa la edad!

Como muchos, siempre he sentido que leer en voz alta a mi familia es beneficioso en muchos sentidos. Es una actividad reconfortante, tranquila e íntima que nos permite alejarnos de dispositivos y pasar tiempo de calidad juntos.

Es bien sabido que leer a los niños desde pequeños tiene muchos efectos positivos, como fomentar el amor por la lectura y potenciar el lenguaje y la imaginación. Sin embargo, muchas personas pasan por alto la importancia de seguir leyendo en voz alta a los niños incluso después de que hayan aprendido a leer o hayan llegado a la adolescencia y que por su cuenta deben seguir cultivando el hábito lector.

La adolescencia son años de mucha turbulencia, con cambios físicos y emocionales que pueden dificultar la conexión de los padres con sus hijos. Sin embargo, reservar tiempo para la lectura en familia puede ser una forma estupenda de reforzar ese vínculo sin necesidad de presionar a nadie para que entable conversación.

Con mis dos hijos, de nueve y siete años, me gusta leer en voz alta clásicos que quizá no disfruten leyendo de forma independiente, con un lenguaje más complejo (ya que el español es su lengua minoritaria), historias con temas difíciles o historias que para mí son interesantes. Pippi Calzaslargas, ha sido uno de nuestros favoritos; lo hemos leído ya dos veces. El Mago de OZ, El Lobo de Arena, Alicia en el País de las Maravillas y Charlie y la Fábrica de Chocolate han sido algunos de nustros libros leídos en el último año. Libros ilustrados o libros como por ejemplo Harry Poter, se los dejo a ellos.

Justo anoche, mi esposo entró al cuarto de nuestros hijos para escuchar lo que estábamos leyendo. Todos, incluso el, estaban igual de cautivados por la historia. Me encantaría vivir ese momento una y otra vez. Tambien es un placer observar a mis hijos escuchando atentamente a mi esposo cuando les lee antes de irse a dormir.

Espero que mis hijos recuerden siempre estos momentos, y que les ayuden a convertirse en personas emocionalmente resistentes con un fuerte vínculo con nosotros, sus padres.